Nuestra Villa
Nuestra villa

La iglesia parroquial, dedicada a San Cristóbal, tiene una sola nave que se cubre con armadura de madera a dos vertientes sostenidas por tirantes dobles.

Este pequeño municipio de la provincia dista a unos 46 kilómetros de la capital y en él podremos apreciar el maravilloso panorama natural que se nos presenta con el valle del Hornija, en su curso bajo.


En cuanto al arte, todo queda concentrado en torno a su iglesia, la de San Cristóbal, del siglo XVI, y realizada en estilo mudéjar en piedra y ladrillo recubierta en su única nave con una estupenda armadura de madera. Dentro guarda verdaderas joyas artísticas como pueden ser el retablo barroco del siglo XVIII que se encuentra en la Capilla Mayor o el baptisterio que se ubica en el cuerpo que está bajo la torre. También podremos contemplar en el centro del pueblo, su maravilloso pórtico formado por tres arcadas de medio punto y en la Plaza Mayor donde se levanta el Ayuntamiento.

En cuanto a las fiestas, merecen ser destacadas las de San Gregorio, en donde cada 9 de mayo se realiza la tradicional procesión hasta la ermita del Villar del vecino pueblo de Gallegos de Hornija y en donde ambas localidades comparten un día no sólo en cuanto a edificio, sino también en cuanto degustaciones gastronómicas como puedan ser la riquísima limonada o los exquisitos dulces de la tierra, todo ello acompañado de las danzas típicas.

Otra fiesta, aunque de un carácter menor, es la de San Isidro el 15 de mayo, donde los labradores invitan a un refresco a todo aquel que acuda a la cita.

Es un pueblo pequeño, en el que sin duda alguna, las tradiciones todavía no se han perdido y así podremos disfrutar de la matanza que cada año se realiza.